martes, 28 de junio de 2011

Viajes interdimensionales

Olvidé que las tazas con té estaban sobre la colcha y derramé completamente una. De repente, entró alguien. No lo conocía pero sabía que no era una buena persona. Traía una cuenta pendiente con mi compañero, me asusté. Maldije mi suerte por ponerme en esa situacion en ese momento, en ese lugar. De súbito, desperté un poco agitado, pero de inmediato me di cuenta que estaba recostado con alguien. ""Solo fué un sueño", pensé. El cuarto estaba oscuro y parecía ser ya entrada la madrugada. Mientras me calmaba un poco y mi respiración se normalizaba, me di cuenta de que estaba con mi chica de colores. A mi lado, acostada. Tal vez la desperté por mi agitación. Traía el cabello suelto y casi le cubría la cara. Sonreí antes de volver a dormir...

De pronto, en otra dimensión...

Era de noche y estábamos en la calle en el pueblito. Caminabamos como recorriendo y conociendo el lugar tranquilamente. Unos policías subían a unos niños a una combi. Asombrado, dije  en voz alta: "¿a poco a esos niños también los cargan?". Solo estábamos a un par de metros y el comandante volteó molesto y me dijo "más vale que te guardes tus preguntitas, por que aqui..." siguió diciendo algo que no alcancé a escuchar por que lo ignoré y fingí haber hecho el comentario a mi amigo. Seguimos caminando. Entré al patio que esta en frente de los cuartos de mi tía Raquel, en donde antes mi tía Toña tenía sus cuartos y tendederos. Ahí noté de reojo que alguien me seguía pero continué y me metí en el cuarto. Me recosté y me quedé fijamente viendo a la puerta, con los brazos cruzados y la mirada dura, esperando a quien me seguía. De repente, desperté. Estaba doblemente aturdido, somnoliento, lagañoso, pensando en el sueño anterior . Al mirar hacia arriba, vi una figura difusa sobre mi. Poco a poco, mientras me incorporaba, la imagen se aclaraba. Me tallé los ojos para corroborar lo que estaba viendo: era mi chica de colores. Con el cabello recogido, sonriendo y mirándome (como suele hacerlo, de esa manera que tanto me gusta, me encanta - literalmente). Me acosté de nuevo por unos segundos para cerciorarme de que no fuera un sueño. Las imágenes en mi cabeza se hacian difusas otra vez. Pero al abrir los ojos, mientras me incorporaba, ella seguía ahí, sentada al borde de mi cama, mirándome. Con su precioso vestido azul y esa chamarrita café que le vi la otra noche. Estábamos en silencio. No sabía que hacer. No me atrevía a tocarla pues temía que cuando lo hiciera, ella se desvanecería en el aire. Me tapé con las sábanas y empecé a temblar. Cada vez que quería decir algo, mis dientes casteñeaban ruidosamente.  Me volví a tallar los ojos  y me quedé igual, en silencio, mirándola. Tenía ganas de platicarle lo que acababa de soñar pero no decía nada. Finalmente ella se acercó a mi y me abrazó. Al sentir su cuerpo, seguro y confiado de que no era un sueño, solo dije timidamente : "¿cómo le hiciste para venir a esta hora?". Vi el reloj y era la una y media de la mañana. Toda la casa estaba en calma, oscura. Vi unas llaves en su mano y me dijo "Pues vine"...

No hay comentarios:

Publicar un comentario