jueves, 28 de abril de 2011

Visión

El demonio entró en el santuario del dios del hielo. Las paredes eran oscuras pero extrañamente translúcidas. Habia una misteriosa e inexplicable fuente de luz que permitia vislumbrar las figuras. . . pasaron muchas cosas, habia otros seres, otros sucesos, todos terriblemente hermosos e increíblemente trágicos...y ya casi no recuerdo nada. Cierro los ojos unos segundos esperando que los demonios y los dioses aparezcan de nuevo en mi mente, invocándolos... Pero se disuelven cada vez más conforme avanza la luz del día. El día real. Entre más contacto tengo de nuevo con los fantasmas, entre más me hablan y más los veo todo el imaginerío que presencié se deshace... No queda más que esperar a que tarde o temprano vuelvan.

jueves, 14 de abril de 2011

Esto me pertenece... y no alrevés

Hoy en la tarde pasé por Chuy y nos fuimos a tomar unas fotos. (para que me enseñara a usar la cámara, en realidad). Cuando pasé por él me dijo que si lo acompañaba a una pasarela que iba a ser en una Universidad. Estuvo bien... lo curioso fué que era ropa para niños y bebés. Ángela, la hija de Mike modeló un par de veces y siempre salía con su enorme sonrisa (tan encantadora como extraña para un bebé de su edad)  :)

Saliendo de ahí pasamos por el proyector al dojo para prestárselo a Miguel malabares para una de sus proyecciones de cine al aire libre de los bicicálidos a un costado del 3 centurias. Aunque estaban un poco desorganizados (la película era japonesa y estaba en español gallego -sucks; la computadora no quiso leer el archivo y tuvieron que ir por otra) la verdad estuvo bien agusto. Muy buena vibra de algunos asistentes además de que siempre he sido fan del cine al aire libre, y me recordó un poco el evento que organizamos Cebollo y yo en la universidad cuando fui presidente de la sociedad de alumnos y proyectamos una serie de cortometrajes de animación (hace casi 5 años). A propósito de animación, una de las agradables sorpresas fué ver el trabajo de dos chicas que presentaron un cortometraje de animación en stop motion sobre las rodadas y el grupo bicicletero. Al final aprovecharon el aplauso para anunciar que dan cursos de animación para niños y adolescentes (http://tiritas.net). Lastima que no tengo edad para poder tomar alguno de los talleres :/  ....

Al llegar a casa me preparé un plato de fruta (mango y plátano) y cené mientras mis papás terminaban de ver una película alemana malísima. Mientras tanto un comentario aparentemente inocente y trivial ("Deberías empezar un negocio") hecho por mi mamá desencadenó una plática sobre mi futuro (o mejor dicho, sobre mi presente) y lo que se supone debería estar haciendo con mi vida "para la edad que tengo". Es curioso, cuando era más joven y entraba en la adolescencia esas preguntas empezaban a deambular por mi cabeza. A qué me dedicaría. Dónde viviría. Cómo, etc. No entiendo cómo era que me preocupaba por mi futuro a esa edad. Supongo que tristemente tenía algo de urgencia por crecer... 

Algo debió salir mal en el plan, por que ahora más que nunca me pregunto si estoy en el lugar correcto de acuerdo al momento. Algo debió salir mal en el plan para estar "tan viejo" y no tener una certeza que me diga que las cosas estan bien, que el rumbo es el adecuado... 

"Me gustaría ser ilustrador"... Me limité a decirles tímidamente...

Todo se trata de números y cifras con contenido revelador. La edad que se tiene. El número de horas que se le dedica. El número de ilustraciones que se hacen. El avance que se de. El desarrollo constante de dominio de técnicas, programas y estilos. La motivación, el tiempo. Los espacios. Los contactos. Cálculos que te hacen vislumbrar una posibilidad real, que permiten discernirla de un sueño telenovelero y guajiro. Planes (con determinada cantidad de pasos) que te hacen creer que puedes lograrlo. O cuando menos, intentarlo.

Sin embargo, no tener dinero es peligroso para el plan (lo retrasa) y pone en serios aprietos la salud mental. No tener dinero te lleva a confundir la realidad y preguntarte si en el fondo todo el deseo de salir de la rutina no es más que una negación y un desconocimiento personal ocasionado todo por un berrinche permanente. No tener dinero es sentirse atrapado, incapaz, absurdo y empezar a aceptarlo y sentirlo todo como cotidiano, como "normal"... Aunque sé que en el fondo todo es una ilusión pasajera. La marea crece y se pone más violenta pero tarde o temprano terminará. 

De nuevo seré capaz  (sin remordimientos) de tomar con mis manos las monedas de oro (sean una o cien) y decir "esto me pertenece" y no al revés...

PD: No es un gusto por la opacidad mental y la intranquilidad, no es un gozo la melancolía profunda (sin saber de dónde viene ni cúando se irá), pero ahí está... y al menos sé que si en los oscuros y densos caminos a veces te llego a encontrar, y nos hacemos algo de compañía, todo estará bien, al menos mientras todo pasa...

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