jueves, 8 de diciembre de 2011

Cambio en el orden del Espiritu...

Después de cyber ausentarme durante casi 6 meses, desde el trabajo anoto mis impresiones recientes y futuras. 


Finalmente me muevo de sitio: me quedan 5 dias de trabajo en el Instituto de Salud del Estado y después, a buscar suerte en la tierra que me vió nacer: el Distrito Federal. Me voy con Andy (my baby blue de los cabellos de color) y su compañera y socia Dany, en cuanto empiece el año. Hace rato me marcó para decirme que acababan de ver un departamento cerca del Estadio Azteca, "de esos antigüos, muy amplios". Me imagino, me dan ansias en el estómago y me emociono. Trato de ordenar mis pendientes, mis finanzas, mis pensamientos, mis archivos, mis ilustraciones y dibujos. 


Casi 5 años de aprender, re aprender y descubrir. Conocer gente, costumbres, ideas. Adaptandome a la burocracia mexicana. Te das cuenta de que hay muchas personas que le hacen mucho daño a las instituciones  (algunas muy maltintencionadas, otras no tanto) pero también otras (las menos) que realizan su trabajo de la mejor manera poniendole todo el empeño posible. A mi en lo particular, a veces -aunque no siempre (cuando el humor me lo permitía)- me gustaba pensar que mi trabajo era importante y que contribuía con su grano de arena para tener una comunidad más saludable. Tuve mis travesuras desde luego, pero casi siempre con el cuidado de que el unico afectado fuera yo (y mi bolsillo, en cuanto a descuentos se refiere).


El edificio lleno de gente con sus escaleras hasta el tercer piso. Su pésima ventilación que convertía esto en un horno o en un iglú segun fuera el caso. Las solicitudes de diseño, las satisfacciones de los solicitantes al ver su programa, evento, campaña, información o lo que fuera que sea, vestido de la mejor manera. Enchulado con lineas, colores y formas que ayuden a lograr su propósito comunicativo. Las esporadicas pero ilustrativas visitas a unidades de salud a lo largo y ancho del estado. La comida con calor y sabor de hogar de Doña Graci. Mis salidas al oxxo, que en los dos primeros años se convirtió para mi en una especie de refugio, al que acudia cuando el ambiente me devoraba y me sentía como un desadaptado. Llegaba, compraba una paleta de hielo o alguna otra golosina, y esperaba algunos minutos hasta que la mente se me aclarara. Hace tiempo, un año o dos, en uno de mis arrebatos de soberbia e impotencia le dije a Karla que la opinió de las personas de aqui no me importaban en lo más minimo. Cuan equivocado estaba. Lo cierto es que he sabido ganarme el cariño de algunos buenos individuos. El cumulo de recuerdos, aprendizajes y vivencias, junto con las amistades recabadas, es lo que podré llevarme en mi maleta. . . Se que me serán de utilidad...


"La Naturaleza está hecha de vasos comunicantes,
y no hay que temer al libre cambio en el orden del espíritu."
Alfonso Reyes