miércoles, 2 de febrero de 2011

Gracias

Una curiosidad casi infantil me llevó a mi primera práctica de yoga. Al principio solo quería ver el amanecer. Estar ahi. Arriba. Lejos. Contemplando al astro rey. Esperarlo. Dar gracias. Esa idea me asaltó desde la noche anterior cuando decidí que quería ir. El primer mes del año se había terminado y se presentó la oportunidad de hacer un análisis ligero y personal del primer ciclo. No suelo hacerlo mucho. Surgió. Y ahí estaba para dar gracias a la inmensidad, la vida, los arboles, las avecillas, las ramas y las flores en las ramas, la tierra, el cielo, el aire fresco, el sol... la energía.



"Contemplen el amanecer" dijo con voz tranquila...

 Gracias por invitarme.

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