David regresó corriendo a la oficina como si hubiera olvidado algo. "Que bueno que todavía los alcanzo". Pensé que habria que mandar algún archivo o correo, pero no, se regresó para decirnos "Ha sido una semana muy pesada. Aprovechen el fin de semana para descansar..." 


Llevo 6 meses y quince días viviendo en el DF. El domingo 16 de enero nos venimos de Aguascalientes con todas nuestras cosas llenando el Chevy de Andrea hasta el tope. Ella manejó y atrás se vinieron Christopher y Daniela. Se suponía que yo me quedaría en el asteroide de inicio, pero el crítico estado de salud de Edgar (esposo de Lety, quien es tía de Andrea) me orilló a vivir en Cuautitlán Izcalli durante una semana.  Esa parte del estado de México (cerca de Perinorte) es un lugar extrañamente agradable y tranquilo. Son unidades habitacionales grandes con departamentos de buen espacio también. Aunque en casa el ambiente estaba un poco enrarecido. Entre idas al hospital y agradables paseos nocturnos con Ody y Lucky se me fue la primer semana que Andrea y yo vivimos juntos. Fué un buen inicio. A pesar de estar lidiando con una situación algo delicada, mi nueva vida me recibía bastante bien. Edgar mejoró y pudo ser dado de alta, por lo que el viernes  llegué al que será por siempre recordado como mi primer hogar en el DF: el asteroide. En la calle río Rin no. 75 Int 303 , por la glorieta de la Palmera, a dos cuadras del Ángel de la independencia y a espaldas de la bolsa de valores. Ubicado en un edificio viejo que parece estar recargandose en el de un lado (dentro hay un ligero efecto tio cabaña de Juan Chavez que se ve cuando dejas caer una pelota o cuando corre el agua) es un lugar de lo más agradable y bienvibrado, sin mencionar la comodísima ubicación y el bonito vecindario.

Ese viernes, de manera inesperada y como si se tratase de una bienvenida preparada, hubo fiestita en el asteroideChristopher y el Galaxia se iban siempre muy temprano a trabajar y regresaban ya entrada la noche (como millones de personas la gran ciudad). Después de